viernes, 27 de febrero de 2009

¿el rey de la selva?

Erase una vez en una selva, donde existía una diversidad de animales, y bastante flora, se acercaba el invierno y los animales charlaban sobre qué planes tenían y si tenían algo ya preparado para pasar la temporada invernal, estaban todos reunidos y un poco preocupados, ya que se avecinaba una pequeña crisis de alimentos, todos excepto un León semi adulto, que el sabia que por la comida no se podría preocupar ya que cualquier animal que se atreviera a cruzar el territorio de la selva se lo devoraba.

Entre los animales destacaba una conejita, que era muy sociable, le hablaba a todos, no hacia chismes, le contaba las alegrías a todo mundo y aparte estaba dispuesta a compartir su tiempo para escuchar a los demás.

Un día charlando con el león, a este le inspiraba mucha confianza, no se dio cuenta que al transcurso de la plática ella era tan directa, tan inocente en apariencia, era algo nuevo para el león, el primer animal que no se le acercaba con un poco de temor, este se fue enganchando al transcurrir de los días, la buscaba a las mismas horas, solo para platicar un poco sobre la vida, el león se sentía muy bien con la conejita, transcurrían los minutos platica tras platica, el león estaba cambiando poco a poco, pero a el no le gustaba eso ya que perdería el respeto y el temor de los demás animales.

Ambos tenían una docena de amigos en común, con los cuales podían convivir sin problema alguno, pequeñas riñas pero todo en juego; en bastantes ocasiones la conejita le contaba sus alegrías al león, este solo se dedicaba a escucharla, ver sus movimientos, esas pestañas coquetas delante de esos grandes ojos con un brillo especial, el león la alentaba pero de un modo distinto, el león bromeaba diciéndole que como quería humillar al rey de la selva, pero siempre con una sonrisa y un poco de sarcasmo en las frases emanadas, el león día con día se sentía diferente, el enojo se convertía en alegría en cuanto la veía,  su agresividad había bajado gradualmente y en cambio poseía un sentido del humor envidiable, al león le importaba poco el tiempo, el día, el solo se concentraba en ver la hora para dejar sus actividades o su rato de siesta para platicar con la conejita, el león, pidió consejos a sus amigos un jaguar, un chita y un tigre, sobre lo que estaba pasando y que el notaba un cambio drástico en el,  se sentía agusto, pero decía que era imposible que alguien tan tierno como la conejita, se fijara en alguien tan agresivo como él, él quería desaparecer esas falsas ilusiones, sus amigos le daban consejo tras consejo, pero él no atendía, intento dejarla de frecuentar, pero solo fueron unos días, no era posible el león se había enamorado del animal equivocado, y lo peor del caso es que  la conejita solo lo veía como un buen amigo.

El león al ver que no tenia éxito alguno con la táctica utilizada decidió comentarle seriamente a sus amigos, que se cambiaria de la selva, los amigos felinos solo decían que estaba en un error, nada le faltaba en esa selva, y aparte era el único rey, podía hacer lo que quisiera sin que alguien le reprochara, el león solo se excusaba con un, es muy aburrido acá, me falta algo pero no se que será, me siento vacio al saber que todos me tienen cierto temor, pero sabia realmente que huía de una manera muy cobarde, al no querer preguntar ¿Qué carajo es el amor?, los felinos intentaron hacerlo reflexionar, pero nada el león no cambiaria de opinión, algo muy claro, a el no le gustaba perder, y él se sentía derrotado por eso huía de la selva.

Una noche lluviosa el salió de su cueva, cada 6 metros mirando atrás, se desvió un poco del camino, caminaba a paso lento, admirando lo que podría ser la última vez que vería su reino, solo saludaba a los que estaban viendo por la ventana de sus chozas, para que pensaran que solo se trataba de un rondín de rutina, se acerco a una de las chozas, toco la puerta en 3 ocasiones, desesperado el león a punto de partir,  se abrió la puerta, era la conejita un poco enferma preguntando que se le ofrecía, el solo le pidió 2 minutos de platica, la conejita le contesto que si, solo que de que quería hablar, el león desesperado contesto, no lo sé, solo quiero platicar contigo, platicaron de cosas sin sentido cerca de 30 minutos, cuando el león se despidió, la conejita no cerró la puerta vio como se alejaba poco a poco, cuando salía del campo visual, la conejita cerró la puerta, el león camino a paso apresurado, salió de la selva, y soltó el llanto, sabía que era un cobarde, al no querer arriesgarle, a cada paso se iba repitiendo “…Porque después de todo he comprendido, que lo que el árbol tiene de florido,
vive de lo que tiene sepultado…”
el león siguió caminando, con la esperanza de algún día volver… y volver a ser el rey de la selva…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una muy chida analogia sobre esas circunstancias por las k todos en algun momento todos hemos pasado en el k algunas veces preferimos huir y eskivar enlugar de enfrentar al igual de komo algunas personas nos haces cambiar de una forma muy drastica y ser algo k jamas kreimos ser esta rifado kompa sigue posteando vale

pekeña dijo...

muy bonito

creoq ue todos pasamos por este tipo de situaciones y es algoq ue nos sirve mucho...

saluditos!!!

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